Sinopsis
El historiador Rommel Escarreola, como miembro de la Comisión Nacional de Símbolos, aborda el origen, significado y uso correcto de los símbolos patrios panameños.
- Autoridad y propósito: Aclara que su rol no es represivo, sino de promoción del respeto correcto a los símbolos como expresión universal de amor a la patria e identidad nacional.
- Origen de los símbolos en la independencia (1903):
- Explica que tras la separación de Colombia, el poder recayó primero en Demetrio H. Brid (Presidente del Consejo Municipal) como presidente de facto, y luego en una Junta de Gobierno provisional hasta la elección de la Asamblea Constituyente y del primer presidente, Manuel Amador Guerrero.
- Historia de cada símbolo:
- Himno Nacional: La música fue compuesta por Santos Jorge (español radicado en Panamá), basándose en una melodía anterior llamada "Himno Istmeño". La letra fue obra del poeta Jerónimo de la Ossa. Destaca que la partitura original se perdió con los años, generando inconsistencias, y que recientemente se trabajó en una restauración para recuperar la versión auténtica.
- Escudo Nacional: Relata que tras un concurso con 109 bocetos, el diseño original (muy complejo) fue simplificado y mejorado por Nicanor Villalaz (aunque menciona controversias sobre la autoría final). Reconoce que ha tenido modificaciones a lo largo de la historia.
- Bandera Nacional: Aclara que aunque comúnmente se atribuye a María Ossa de Amador (esposa del primer presidente), el diseño fue creado por su hijo, Manuel Encarnación Amador. Ella fue quien, bajo vigilancia, consiguió las telas y confeccionó las primeras banderas.
- Contexto histórico y desmitificación: Relata cómo la independencia se logró en un contexto de guerra civil y con el apoyo tácito de EE.UU., que impidió el avance de tropas colombianas. Destaca la decisión del general colombiano Esteban Huertas de unirse a la causa independentista. Insiste en que estos hechos desmienten el mito de la cobardía panameña.
- La Ley y la Identidad: Menciona que la legislación que rige los símbolos (Ley de 1949) ha sido modificada (ej. Ley de 2002). Su mensaje final es que los símbolos, como la identidad misma, no deben cambiarse ni transformarse, sino mantenerse como pilares intocables de la nacionalidad.